La piscina era pequeña y carecía de

profundidad, lo que limitaba la posibilidad de nadar. Sin embargo, el servicio del personal fue excepcional y la limpieza en general fue adecuada. La ubicación del hotel es tranquila y permite llegar fácilmente a la playa y restaurantes cercanos.

Vista impresionante desde el ático

Las habitaciones eran amplias, limpias y el desayuno bufé era delicioso. La terraza del ático tenía vistas espectaculares, perfecta para admirar el atardecer.

Por otro lado, el ruido proveniente de la limpieza por las mañanas era bastante molesto. Además, el jacuzzi carecía de privacidad, lo que le restó encanto a la experiencia.

La estancia en este hotel fue, lamentablemente, decepcionante. La habitación olía a tuberías y el ruido de la limpieza comenzaba a las 7 a.m., interrumpiendo mi sueño como si fuera un despertador. Pensé que, siendo un huésped tan especial, recibiría al menos un detalle de cortesía, pero parece que aquí eso es un lujo.

cerca de restaurantes y playas increíbles para pasear

La ubicación es realmente maravillosa, ya que en menos de 5 minutos a pie se puede disfrutar de la playa de santa margalida y degustar deliciosos platos en varios restaurantes cercanos como el de marisco, lo que hace que cada paseo sea una experiencia encantadora. además, la cercanía al club náutico y la oferta de actividades en la zona crean un ambiente perfecto para disfrutar de paseos tranquilos por la costa mientras se descubren los encantos de can picafort.

La terraza del ático tiene vistas espectaculares.

La experiencia fue muy decepcionante. La habitación olía a tuberías y se escuchaba un ruido constante por las mañanas que interrumpía el sueño. Además, la limpieza fue deficiente, pasamos tres días sin que repusieran toallas ni limpiaran adecuadamente la habitación, lo cual es inaceptable.

La habitación era espectacular muy amplia y moderna con una terraza enorme (ideal para relajarse) y vistas al puerto que merecen la pena. La limpieza fue buena y el personal amable siempre dispuesto a ayudar.

Todo ha ido genial.

La experiencia gastronómica en Can Picafort es un manjar. Encontré delicias como el requesón que te deja con ganas de más. También, el ático tiene un skybar increíble para disfrutar del atardecer. La habitación, aunque con sus altibajos, era amplia y cómoda, perfecta después de un día de exploración.

Estoy indignado con la actitud del cliente del hotel! Las habitaciones 101, 201 y 202 son un horno, ¡el aire acondicionado no funcionó! Pasamos noches de calor, y aunque pedimos ayuda a diario, todo fue en balde. También, la piscina de la azotea está más para niños que para adultos, ¡no tiene ni 70 cm de profundidad!

Disfruté de una experiencia única en la terraza del ático mientras degustaba una cena maravillosa. La habitación tenía vistas agradables y era un buen lugar para relajarme con un café en la terraza. Me gustó especialmente el desayuno con zumo de naranja natural. La atención del personal fue buena, siempre dispuestos a ayudar. La ubicación era adecuada, con acceso fácil a varios restaurantes.

La piscina era pequeña y no proporcionaba suficiente profundidad. El aire acondicionado hacía ruido, lo que afectaba un poco mi descanso.

la vista desde el ático es increible. la piscina es pequeña y de poca profundidad.

agradable pero con detalles a mejorar

La ubicación del hotel es ideal, sobre todo para quienes buscan tranquilidad. La habitación tenía un diseño agradable y contaba con todas las comodidades necesarias. disfruté del desayuno, que incluía opciones frescas y sabrosas como el zumo de naranja natural.

Sin embargo, la limpieza dejó que desear, ya que en tres días no se repusieron toallas ni se atendió correctamente la habitación.

La habitación era amplia y luminosa, con una terraza ideal para relajarse. El jacuzzi era un buen plus. Sin embargo, tuvimos problemas de limpieza durante nuestra estancia y no repusieron toallas. 😕

La habitación era bastante amplia y luminosa, con vistas al mar que realmente disfrutamos. La cama balinesa en la terraza era un gran detalle para relajarse. El desayuno cada mañana era delicioso, especialmente el zumo de naranja fresco y el yogurt casero. Sin embargo, el jacuzzi no tenía la privacidad que esperábamos, ya que no solo los huéspedes de los lados podían vernos, sino también los del piso de arriba, lo cual fue incómodo. Tuvimos un problema con la limpieza, ya que en tres días no repusieron toallas ni limpiaron nuestra habitación, lo que nos llevó a pedir ayuda a la recepción. La atención del personal fue amable, pero el proceso de limpieza necesita mejorar. La piscina en el ático, aunque pequeña, ofrecía unas vistas bellas, pero no era lo suficientemente profunda para hacer algo más que refrescarse. A pesar de los inconvenientes, la ubicación era adecuada, con fácil acceso a restaurantes cercanos y a la playa. La experiencia en el restaurante Melassa fue una de las mejores partes de nuestra estancia, con un ambiente acogedor y un personal excepcional.

El jacuzzi y la cama balinesa estaban muy bien.

El hotel tiene un ambiente encantador en su lounge del ático, ideal para relajarse al final del día. Las habitaciones son amplias, limpias y cuentan con aire acondicionado eficiente, perfecto para las cálidas noches. Además, la cama es cómoda y la ducha, amplia y placentera, se convierte en un refugio después de un día ajetreado.

Sin embargo, faltan detalles importantes, como un salón en la recepción donde esperar cómodamente. La puerta del restaurante siempre abierta causa un olor intenso a cocina en la recepción, lo que resulta poco agradable. La falta de ventilación en el baño de la habitación fue notoria, junto con manchas de pintura en el plato de ducha que restan puntos a la experiencia general. En cuanto a la limpieza, tres noches sin tener la habitación atendida fue decepcionante. no se repusieron toallas y el piso estaba pringoso. Además, se hacía ruido a primera hora de la mañana que interrumpía el descanso.